¿Por qué escogiste a tu pareja?. Supongo que pensaras: pues porque me caía muy bien, porque teníamos el mismo proyecto de vida, porque nos atraíamos mucho… bueno, hay algo más que esto.

¿Qué hay detrás de la atracción y el enamoramiento?. La respuesta podría encontrarse en la descodificación biológica. Lo primero que debemos saber es que nuestras relaciones de pareja están influenciadas por los mandatos transgeneracionales de nuestras familias. Muchas veces buscamos lo único que conocemos, lo que llevamos tatuado en nuestro ADN. ¿Te suenan frases como "todos los hombres/mujeres son iguales", "nunca tengo suerte en el amor" o "siempre me toca el/la mismo/a tarado/a"?. Esas creencias y patrones familiares influyen en la forma en que elegimos a nuestras parejas. Y ahora viene lo importante.

Además, en una relación de pareja se unen dos sistemas familiares de donde provienen. En las células, existe toda la información de al menos cuatro generaciones. Ojo, la que se puede liar ahí. Tus padres aprendieron de tus abuelos y todas las historias inconclusas se repiten siempre para ser sanadas. Es por eso que a menudo nos encontramos repitiendo patrones de nuestros ancestros sin darnos cuenta. ¡Vaya lío, madre mía!.

Un ejemplo típico de esto lo vemos en la película Coco, en la que la tatarabuela está profundamente enamorada, tienen una hija y el padre se marcha a trabajar con su guitarra y no regresa. Ojo, que no regresa porque en realidad muere. ¿Qué ocurre ahí?, que se instala una creencia de los hombres hacen daño a las mujeres, los hombres siempre se van, son fuentes de dolor, los hombres te van a dejar colgada. Y la mamá, la abuela y todo el sistema familiar que anda dando vueltas en ese momento se van a encargar de transmitir directa o indirectamente ese mensaje de “los hombres son peligrosos”.

Ese es el mensaje que se transmite en la película a Miguelito. Además, la película muestra cómo el transgeneracional también afecta a la profesión. Todos tienen que hacer zapatos porque hacer música es peligroso. Ala por si fuera poco lo uno, lo otro.

Si en tu familia ha habido una historia de hombres que abandonan a las mujeres, es posible que tengas miedo de comprometerte en una relación porque, inconscientemente, crees que los hombres siempre se van. Si en tu familia ha habido un patrón de parejas en las que uno de los miembros se anula y asume el papel de cuidador del otro, es probable que en tu relación de pareja tiendas a asumir ese mismo rol. Y así hay muchos ejemplos.

Es importante ser conscientes de estos patrones y mandatos familiares para poder elegir desde una perspectiva más libre y consciente. La descodificación biológica nos ayuda a identificar y sanar esos patrones inconscientes, para poder tomar decisiones más saludables en nuestras relaciones.

Recordemos que una relación de pareja son dos personas, 50% y 50%. Esto no es una competencia de "quién tiene la maleta más pesada". No, no, aquí la responsabilidad es compartida, como en aquellos trabajos grupales de la escuela donde siempre terminaba uno haciendo todo el trabajo. ¡Ay, qué nostalgia!.

En esta aventura de descodificación, debemos recordar que la comunicación es clave, pero no cualquier comunicación. No se trata de enviar mensajes encriptados o hacer mímica para expresar lo que sentimos. ¡No, no! ¡Eso no es justo!. No podemos jugar a "adivina qué quiero" porque nadie tiene superpoderes (a menos que tengan una capa escondida en el armario, ¡en ese caso, felicidades!). Tenemos que hablar claro y sin rodeos. Si queremos tener una relación sana, debemos compartir nuestros pensamientos, emociones y hasta nuestros chistes malos.

En conclusión, el amor no tiene por qué ser un misterio indecodificable. A medida que sanamos las heridas del pasado y tomamos las riendas de nuestra elección de pareja, podemos escribir nuestra propia comedia romántica, llena de risas, complicidad y amor verdadero. ¡Así que salgamos a la pista y bailemos al ritmo de la descodificación biológica hacia relaciones más sanas y divertidas!.