Imagina por un momento que te cuento sobre lugares en el mundo donde la gente vive más años que en cualquier otro lugar, donde no conocen enfermedades y, lo más importante, ¡viven más años, felices!.
En la Edad Media, los alquimistas tenían dos objetivos en mente. El primero era la famosa "Piedra Filosofal", una misteriosa piedra capaz de convertir cualquier material en oro con tan sólo tocarlo. El segundo objetivo era la búsqueda de la "fuente de la eterna juventud", la cual se decía que contenía un agua capaz de conceder la inmortalidad a quienes la bebieran. En otras palabras, la idea era combinar la Piedra Filosofal y el agua de la eterna juventud para lograr una vida larga y feliz. ¡Imagina vivir sin preocupaciones materiales gracias al oro y disfrutar de la eterna juventud!. Pues de esto va un poco la filosofía de las zonas azules del planeta.
En la época preindustrial, la edad promedio de vida era entre 30 y 40 años. La vida social tenía un plan de juego bastante sencillo: te casabas a los 18 años, y luego hacías tu gran despedida del mundo a los 30. ¡Sí, sí, así de rápido!. En realidad, las posibilidades de pasar más de 12 o 15 años con tu pareja eran más bien escasas. Cuando veo fotos de mi bisabuela me parece que tiene 78 años, cuando en realidad sólo tenía 32 en la imagen. Hoy en día, el promedio de vida es de 72.6 años, y tenemos la oportunidad de vivir mucho más.
Voy a hablarte de estas personas que viven muchos años, ¿qué están haciendo para vivir tantos años felices?. ¿Es posible plantearnos un escenario hoy en día donde los seres humanos podamos vivir más de 100 años con calidad de vida?. La respuesta es sí.
Todo comenzó con los estudios de dos científicos, Michel Poulain y Gianni Pes, quienes descubrieron que en una zona de la isla de Cerdeña las personas viven más allá de los 90 años. Y mientras intentaban encontrar las razones de su longevidad marcaron la zona específica con un círculo azul. Unos años después, el periodista Dan Buettner, con el respaldo de National Geographic, emprendió una investigación que reveló la existencia de más áreas en el planeta donde las personas vivían más y mejor. Cada vez que encontraban uno de estos lugares, lo marcaban en el mapa con un rotulador azul, de ahí el nombre de "Zonas Azules". En total, identificaron cinco regiones en el mundo que compartían estas características, donde las personas vivían vidas más largas y más felices. Estas Zonas Azules incluyen: Loma Linda, en el sur de California; Nicoya, en la costa del Pacífico de Costa Rica; la isla de Cerdeña, en Italia; Okinawa, en el archipiélago de Japón; y la isla de Icaria, en Grecia. Cabe destacar que todas estas zonas se ubican en áreas costeras con climas generalmente templados.
¿Qué comparten todos estos lugares?. En estas comunidades, las personas mayores viven con un propósito y significado en sus vidas. En estas sociedades, continúan siendo personas valiosas; su sabiduría es consultada, cuidan de los demás en lugar de ser cuidados por los demás. No se enfrentan a la exclusión o al aislamiento, ya que en las Zonas Azules, las personas mayores no son una carga, sino una parte vital de la comunidad. Desempeñan un papel activo en la interacción con las otras generaciones. Por ejemplo, en Japón, cuando los niños salen de la escuela, los ancianos salen a la calle para dirigir el tráfico, ¿cómo te quedas?.
El año más peligroso de tu vida puede ser el día que te jubilas. Porque de repente te ves atrapado en un torbellino de sentimientos de inutilidad, de sentirte como si fueras un extra en la película de tu propia vida. Cuando te jubilas te sientes poco productivo, te sientes poco necesitado, te sientes poco importante, poco relevante y eso emocionalmente es devastador y por ende físicamente. Hay personas que viven soñando con el día de su jubilación y no saben el error que están cometiendo. En estas zonas azules no existe la idea de jubilarse, ellos siguen sin interrupciones con su vida productiva. Quizá a otra escala, con otras responsabilidades y sin estrés, pero siguen de manera productiva con su vida.
Otra cosa, malas noticias para los carnívoros. En estas zonas, la dieta se basa principalmente en alimentos vegetales, con la ocasional inclusión de proteína animal. Lo interesante es que siguen una regla japonesa llamada "Hara hachi bu," que básicamente significa que debes comer sólo hasta el 80% de tu satisfacción. Es decir, no se trata de llenarte hasta el borde, sino de disfrutar de la comida con moderación.
Otra característica es que tienen relaciones de amistad y amorosas a largo plazo. Aquí, no andan con medias tintas, ¡invierten en sus relaciones como si fueran acciones en alza!. Buscan construir amistades y relaciones amorosas tan sólidas que podrían sobrevivir al apocalipsis zombie. En lugar de tratar a sus amigos como una bolsa de patatas, los valoran en el tiempo, como un buen vino que mejora con los años.
Y aquí viene otro truco, se toman pausas a lo largo del día para desconectar. Resulta que tomarse un respiro para rezar o meditar es como el superpoder secreto para tu mente. ¡Te ayuda a mantener la cordura y a ser más productivo!.
También viven en comunidad. Algunos incluso llevan una vida religiosa con la intención de trascender. Así que, mientras algunos hacen retiros espirituales en busca de la iluminación, otros simplemente viven rodeados de amigos, vecinos y tal vez un gato curioso. ¡Porque, al fin y al cabo, la vida es mejor cuando la compartes con otros!.
Estas personas hacen ejercicio a diario, pero nada de maratones ni locuras de alto rendimiento. Su fórmula es más bien simple: caminan mucho, suben escaleras en lugar de tomar el ascensor, cocinan con entusiasmo y, en general, están en constante movimiento. ¡No les verás sentados demasiado!.
Porque, seamos sinceros, pasar el día frente a la tele o las redes, hacer una hora de ejercicio extenuante en el gimnasio y luego quedarte pegado a la silla frente al ordenador no es precisamente la fórmula mágica.
Como conclusión, las personas que viven 90 años y felices, es porque tienen un claro propósito en la vida, y lo han tenido por mucho tiempo. Este propósito los ha inyectado de salud, y también de felicidad. Una mente sana debe residir en un cuerpo sano, y un cuerpo sano se nutre de una mente llena de propósito y significado. Ambos trabajan juntos en armonía para alcanzar la longevidad y la felicidad. ¡Un binomio perfecto!. Así que :
1. Recuerda todos los días cuál es tu propósito, ¿por qué haces lo que haces?. Y si no tienes un propósito o no estas motivado, ese es tu propósito, encontrarlo.
2. Muévete.
3. Busca momentos para desconectar.
4. Come al 80% de tus posibilidades.
5. Opta por una dieta rica en vegetales y menos proteína animal.
6. Una copa de vino diaria, ¡siempre con alguien querido o contigo mismo!.
7. Encuentra tu tribu. Elimina de tu vida la gente tóxica que no te hace bien. Rodéate de gente que te apoya y cree en ti.
8. A la gente que quieres, ponla en un lugar importante. No las hagas esperar, ellas lo primero.
9. Encuentra y pertenece a una comunidad espiritual, no importa su denominación. Osea, cree en algo.
Totalmente de acuerdo.....